Vagabunda.
Vagabunda es una invitación a subirse en un barco hacia un destino oculto para acercarse a la pintura sin mediación ni moderación: como si se platicara con un desconocido solo con la mirada.
Omar Fome vivió un tiempo en Brasil, ahí vagó. Deambular abre el signo hacia lo disponible, como estos amplios lienzos blancos con los cuales se aventura a vagabundear para habitarlos desde varias temporalidades. Algunos cuadros presentan la pintura en un despliegue capa por capa, entre pausas de varios meses; en contraste, la última pieza emergió en una sola noche de frenesí.
Esta exposición surgió de una necesidad del pintor de mostrarse vulnerable y de compartir un diálogo profundo que comienza en su interior. Aquí, pintar se trata de estar presente, de no pensar sino dejar fluir, sin filtro.
De este proceso resulta una erupción de tripas, entrañas, órganos y vibraciones.
Grandes formatos, profundos, viscerales. Suficiente materia para que todos nos podamos sumergir enteros en este desvelamiento, por primera vez.
Joséphine Dorr